El hábito de correr

Fa uns dies va sortir un article a La Vanguardia digital que crec que pot ser de interes general per als amants del running i a les curses populars. Es el següent:


EL HÁBITO DE CORRER

El boom de las carreras populares constata los beneficios del deporte

Correr por la calle ya no es una rareza, sino un hábito asumido por toda la sociedad Los cardiólogos consideran que "la mayoría no cree que la búsqueda de una gran marca sea algo prioritario"

Una noche de agosto, Vicente Egido, uno de los sabios del atletismo en Catalunya, se quedó boquiabierto. "Sobre la una de la madrugada, entrábamos en coche en Barcelona por la Diagonal cuando nos dimos cuenta de que había montones de personas trotando por la calle, haciendo footing. "¡Fíjate –le dije a mi mujer–, están por todas partes!". Entonces me acordé de mis inicios como corredor, en los años setenta, del día en que un guardia urbano me paró en esta misma Diagonal y me pidió el DNI por ir corriendo en calzoncillos (Egido llevaba un pantalón corto blanco). Cómo ha cambiado la historia...".

La escena que ha presenciado Egido una de estas noches de agosto ilustra una realidad: la sociedad española ha asimilado los saludables beneficios del deporte. Correr, pedalear o darse un paseo de media hora por el parque son actividades económicas y estupendas para el organismo, un mensaje que al fin ha calado en el imaginario popular. De ahí que hayan proliferado pruebas de todo tipo, y que muchas de ellas cuenten con participaciones multitudinarias: carreras de 10 km, medios maratones, maratones, pruebas cicloturísticas, duatlones, triatlones.

"A los pocos días de abrirse el plazo de inscripciones, pruebas como la Quebrantahuesos, el Tour del Montblanc o la Titan Desert suelen agotar su aforo", dice el doctor Daniel Brotons, especialista en medicina deportiva. "La tortilla se ha dado la vuelta: el trabajo de instituciones científicas, culturales y políticas está dando resultados. Se ha asumido socialmente que el sedentarismo está disparando el gasto sanitario hasta límites insostenibles. Y el deporte se ha puesto de moda.

Ahora bien, al tratarse de una moda, hay un riesgo de caducidad. Y esto no nos interesa: no queremos que la moda del deporte sea flor de un día". "Hace años, correr o pedalear en España eran actividades de sibaritas. Se practicaban para mejorar, para competir y, en algunos casos, para salir de la miseria –dice Fernando Francisco, otro gurú del atletismo catalán–.

Los pocos que había tomaban el ejemplo de Mariano Haro: soñaban con ser campeones del mundo. En general, no veías a nadie en bicicleta, corriendo o caminando por el mero deseo de cuidar su salud. Ahora, en el cauce del Besòs tenemos la ruta del colesterol...".

La ruta del colesterol, como la llama Francisco, es la ronda peatonal que desde hace unos años acompaña el descenso del Besòs hasta su desembocadura en Sant Adrià: "Si te asomas al río a las siete de la mañana, verás centenares de parejas caminando cauce arriba y cauce abajo –dice Francisco–. Si lo hacen, es porque se lo ha recomendado el médico y porque han comprendido que no pueden pasarse el día en el sofá".

"En los años setenta –abunda Chema Artero, atleta y entrenador nacional–, ver a alguien practicando deporte fuera de un espacio deportivo era algo pintoresco. Te soltaban bromas, el famoso paso del 1-2-1-2, producto de la época franquista o de la gimnasia sueca.

En cambio, en países como Francia, ya había propuestas deportivas muy variadas: carreras por relevos, por parejas, duatlones por equipos... Nos llevaban mucha delantera". La sociedad española ha recorrido un largo camino antes de asumir la práctica deportiva como un estilo de vida. Ricard Serra Grima, cardiólogo con más de 30 años de experiencia, lo celebra.

"Aún me acuerdo de algunos estudios que se publicaron en los años setenta: ¡decían que correr era malo y mataba! –cuenta–. Aún ignoro en qué se basaban. Pero tengo claro que los consejos médicos y el boca-oreja entre muchos deportistas han convertido el ejercicio en un modo de vida saludable, por encima del simple concepto de la competición: aunque muchos siguen pendientes del cronómetro, la mayoría no cree que la búsqueda de una gran marca sea algo prioritario".

Fernando Marquina, técnico de la Federación Española de Atletismo, atribuye el salto cuantitativo a la inercia social. "Los medios de comunicación inciden en el asunto: insisten en los beneficios del deporte. Y también lo hacen los foros médicos, los foros culturales, los foros que tratan del ocio y el tiempo libre... –dice–. Casi me da un patatús el día en que me topé en el rellano con mi vecino, un chico gordito de mediana edad que nunca había hecho deporte. Iba en pantalón corto, dispuesto a trotar un rato con un amigo por el parque de la Dehesa de la Villa (Madrid). Evidentemente, si lo hacía es porque se lo habían recomendado. Desde entonces, mi vecino lee revistas especializadas y ha tomado el deporte como un hábito. A veces, incluso me pide algún consejo". "Por lo general, es a partir de la treintena cuando se asimila este modo de vida –dice Mercè Rosich, psicóloga deportiva–. Pero hay una deuda con los adolescentes". Rosich formula la teoría de los conos invertidos, concepto habitual en foros deportivos: hay muchos practicantes en edades benjamines e infantiles (hasta los 14 años), el cono se estrecha al llegar a cadetes y júniors, y vuelve a ensancharse a partir de séniors, para ser muy amplio en la zona de los veteranos (a partir de 35 años).

"El de los adolescentes es un problema legítimo –dice Rosich–: en un deporte como el atletismo, ¿qué premio va a encontrar ese joven? ¿Se va a sacrificar terriblemente para ser campeón regional? Eso no te da dinero ni te hace famoso... No es una batalla perdida, pero hay que reconducirla en colegios y escuelas deportivas: no todo es ganar".


ARTICLE A LA WEB
LA VANGUARDIA
27/08/2009

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Última actualització: 20/08/2012 14:48h